La percepción de algunos colores en los
seres humanos afecta de manera inconsciente el estado de animo de la gente, en
muchas ocasiones estos colores son usados a propósito para incidir en el
pensamiento de las personas, un ejemplo muy claro es la publicidad que vemos a
diario sin saber de qué manera nos afecta esto, ¿alguna vez te has sentido con
una emoción o sentimiento pero no sabes de dónde viene?, en muchos de los casos
los colores que vemos pueden influir desde cómo está pintada la habitación
hasta cosas más sutiles como el color de la vajilla en la que comemos pasando
por cómo nos vestimos o lo que visten las demás personas. Un estudio realizado
por Brian Wansink nos pudo demostrar que el color de nuestro plato puede
influir en nuestro apetito, el experimento consistió en ofrecer a 60 personas
un bufet libre, a la mitad le daba la posibilidad de comer pasta con salsa de
un color claro y a la otra mitad con salsa de tomate, la vajilla estaba formada
por platos blancos y rojos repartidos al azar, el resultado fue que las
personas con comida del mismo color que su plato comían más que aquellos que
tenían el color del plato distinto al de su comida.
El
color
El color, según Sir Isaac Newton, es
una sensación que se produce en respuesta a una estimulación nerviosa del ojo,
causada por una longitud de onda luminosa. El ojo humano interpreta colores
diferentes dependiendo de las distancias longitudinales.
El color nos produce muchas
sensaciones, sentimientos, diferentes estados de ánimo, nos transmite mensajes,
nos expresa valores, situaciones y sin embargo... no existe más allá de nuestra
percepción visual.
El color ha sido estudiado, por
científicos, físicos, filósofos y artistas. Cada uno en su campo y en estrecho
contacto con el fenómeno del color, llegaron a diversas conclusiones, muy
coincidentes en algunos aspectos o bien que resultaron muy satisfactorias y
como punto de partida para posteriores estudios.
Psicología del color
La psicología del color es un campo de
estudio que está dirigido a analizar el efecto del color en la percepción y la
conducta humana. Desde el punto de vista estrictamente médico, todavía es una
ciencia inmadura en la corriente principal de la psicología contemporánea,
teniendo en cuenta que muchas técnicas adscritas a este campo pueden
categorizarse dentro del ámbito de la medicina alternativa.
Sin embargo, en un sentido más amplio,
el estudio de la percepción de los colores constituye una consideración
habitual en el diseño arquitectónico, la moda, la señalética y el arte
publicitario.
Si bien la psicología del color tuvo
incidencia en la psicología humana desde tiempos remotos, circunstancia que se
expresaba y sintetizaba simbólicamente.
Entre muchos ejemplos, en la antigua
China los puntos cardinales eran representados por los colores azul, rojo,
blanco y negro, reservando el amarillo para el centro.
De igual forma, los mayas de América
central relacionaban Este, Sur, Oeste y Norte con los colores rojo, amarillo,
negro y blanco respectivamente. En Europa los alquimistas relacionaban los
colores con características de los materiales que utilizaban, por ejemplo rojo
para el azufre, blanco para el mercurio y verde para ácidos o disolventes.
Origen de la psicología del color
En el siglo XIII Sir Roger Bacon registró
sus observaciones sobre los colores de un prisma atravesado por la luz,
atribuyendo el fenómeno a las propiedades de la materia.
Con posterioridad a éste, entre los
siglos XIV y XV, Cennino Cennini escribe el que sería el más famoso tratado de
técnicas artísticas en las que hace cuidadosas observaciones acerca de los
colores.
Más tarde Leonardo da Vinci clasificó
como colores básicos al amarillo, verde, azul y rojo de acuerdo a aquellas
categorías de Aristóteles, agregando el blanco como receptor de todos los demás
colores y el negro -la oscuridad- como su ausencia.
Recién empezado el siglo XVIII, Isaac
Newton plantearía los fundamentos de la teoría lumínica del color, base del
desarrollo científico posterior.
De todas formas, el precursor de la psicología
del color fue el poeta y científico alemán Johann Wolfgang von Goethe
(1749-1832) que en su tratado “Teoría del color” se opuso a la visión meramente
física de Newton, proponiendo que el color en realidad depende también de
nuestra percepción, en la que se halla involucrado el cerebro y los mecanismos
del sentido de la vista. De acuerdo con la teoría de Goethe, lo que vemos de un
objeto no depende solamente de la materia; tampoco de la luz de acuerdo a
Newton, sino que involucra también a una tercera condición que es nuestra
percepción del objeto. De aquí en más, el problema principal pasó a ser la
subjetividad implícita en este concepto novedoso.
Sin embargo, tal subjetividad no radica
en los postulados de Goethe, sino en la misma base física del concepto de
color, que es nuestra percepción subjetiva de las distintas frecuencias de onda
de la luz, dentro del espectro visible, incidiendo sobre la materia.
Hoy en día el estudio más famoso basado
en la teoría de los colores de Goethe es Psicología del color, de Eva Heller.
Efecto
en el ser humano
Dentro del espectro electromagnético se
constituyen todos los posibles niveles de energía de la luz. Hablar de energía
es equivalente a hablar de longitud de onda; por ello, el espectro
electromagnético abarca todas las longitudes de onda que la luz puede tener. De
todo el espectro, la porción que el ser humano es capaz de percibir es muy
pequeña en comparación con todas las existentes. Esta región, denominada
espectro visible, comprende longitudes de onda desde los 380 nm hasta los 780
nm (1 nm = 1 nanómetro = 0,000001 mm). La luz de cada una de estas longitudes
de onda es percibida en el cerebro humano como un color diferente. Por eso, en
la descomposición de la luz blanca en todas sus longitudes de onda, mediante un
prisma o por la lluvia en el arco iris, el cerebro percibe todos los colores.
Por tanto, del Espectro visible, que es
la parte del espectro electromagnético de la luz solar que podemos notar, cada
longitud de onda es percibida en el cerebro como un color diferente.
Newton usó por primera vez la palabra
espectro (del latín, "apariencia" o "aparición") en 1671 al
describir sus experimentos en óptica. Newton observó que cuando un estrecho haz
de luz solar incide sobre un prisma de vidrio triangular con un ángulo, una
parte se refleja y otra pasa a través del vidrio y se desintegra en diferentes
bandas de colores. También Newton hizo converger esos mismos rayos de color en
una segunda lente para formar nuevamente luz blanca. Demostró que la luz solar
tiene todos los colores del arco iris.
Cuando llueve y hay sol, cada gota de
lluvia se comporta de igual manera que el prisma de Newton y de la unión de
millones de gotas de agua se forma el fenómeno del arco iris.1
A pesar de que el espectro es continuo
y por lo tanto no hay cantidades vacías entre uno y otro color, se puede
establecer la siguiente aproximación: 2 3
Teoría
del color
Goethe intentó deducir leyes de armonía
del color, incluyendo los aspectos fisiológicos del tema, vale decir, de qué
forma nos afectan los colores, y -en general- el fenómeno subjetivo de la
visión. En este campo, analizó por ejemplo los efectos de las post-visión, y su
consecuencia en el concepto de colores complementarios, deduciendo que la
complementariedad es una sensación que como tal, no se origina en cuestiones
físicas relativas a la incidencia lumínica sobre un objeto, sino por el
funcionamiento de nuestro sistema visual.
Johann Eckermann refiere una cita de
los últimos años de Goethe mostrando la importancia que éste le asignaba a la
cuestión:
"De todo lo que he hecho como
poeta, no obtengo vanidad alguna. He tenido como contemporáneos buenos poetas,
han vivido aún mejores antes que yo y vivirán otros después. Pero haber sido en
mi siglo el único que ha visto claro en esta ciencia difícil de los colores, de
ello me vanaglorio, y soy consciente de ser superior a muchos sabios".3
Farbenleherer fue ampliamente combatido
y desacreditado por la comunidad científica de la época, sobre todo por su
ataque a la óptica de Newton en cuanto a la generación del color mediante la
refracción de un rayo de luz blanca incidente sobre un prisma.4 Desde el punto
de vista de la teoría óptica algunas de las observaciones de Goethe han
demostrado no estar tan erradas, pero por mucho tiempo prevaleció el descrédito
sobre lo que se vio como un "off-topic"5 del famoso poeta.
Según Deane B. Judd6 hay tres razones
para una lectura actual de la teoría del color de Goethe:
Por la belleza y amplitud de sus
conjeturas relacionando el color con la filosofía, que si bien en muchos casos
representan sólo fantasías que deben ser evaluadas a la luz del conocimiento
del siglo XIX, en otros llevan al lector a tomar conciencia de la armonía, de la
estética y de la importancia y el significado del arte.
Como guía para el estudio del fenómeno
cromático, ya que en Farbenleherer un maestro de la prosa describe con claridad
y abundancia de detalles la producción del color por todos los medios disponibles
de aquella época, incluyendo el equipamiento necesario, cómo usarlo y
anticipando los resultados que se obtendrán. Goethe tenía pasión por la
observación cuidadosa, característica posiblemente inesperada en un director
teatral y autor de ficción famoso.
Como preparación para una visión libre
de prejuicios en la búsqueda de nuevas soluciones al enigma del color. Quien
lea las explicaciones de Goethe y las compare con la lógica del conocimiento
actual sobre el tema, podrá convencerse que al menos parte de sus teorías
fueron desacreditadas demasiado pronto.
Ludwig Wittgenstein revisaría las
teorías de Goethe en sus Observaciones sobre los colores.
Una mención de la Enciclopedia
Británica, permite posiblemente redondear el contexto del problema:
"Artistas y diseñadores han
estudiado los efectos del color por siglos, y han desarrollado una multitud de
teorías sobre el uso del color. El número y variedad de tales teorías demuestra
que no pueden aplicarse reglas universales: la percepción del color depende de la
experiencia individual"dual"
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